Típica escena de película
La mayoría de las personas piensan que un abogado es aquel que viste de traje, peinado intacto, con su maletín y andando por los lúgubres pasillos de un juzgado. Pero más allá de esta concepción reducida a lo absurdo, un abogado no es como un bombero que apaga el fuego, sino como el ingeniero que diseña la casa a prueba de fuego.
¿Cuándo fue la última vez que firmó un contrato sin entender completamente las «letras pequeñas»? Ahí es donde radica el valor de la prevención jurídica.
El drama de no revisar un alquiler.
María alquiló su piso con un contrato descargado de Internet. Después de un tiempo, a su hermano lo echan del trabajo y quiere dejarle la vivienda, pero no especificó en el contrato ninguna cláusula para no prorrogar el contrato por este motivo. Esto le causará meses de pleito por no haber consultado un abogado a tiempo.
Un abogado no solo redacta; blinda el contrato. Puede verificar que cumpla con la Ley de Arrendamientos Urbanos, aspectos como la duración, la actualización de la renta, el desistimiento.
Un contrato bien hecho anticipa problemas.
Un abogado no solo redacta; blinda el contrato
El desastre del coche comprado de segunda mano
Pedro compra una furgoneta para su negocio. El vendedor, particular, le asegura que está perfecta. A los dos meses, una avería grave lo paraliza todo. Pedro está en shock, cree que no hay nada que hacer.
Nuestro trabajo es recordar que el vendedor, aunque sea particular, tiene responsabilidades. Esto se rige por el Código Civil, concretamente los Artículos 1484 y siguientes sobre el saneamiento por vicios ocultos.
El comprador tiene solo seis meses para ejercitar la acción a razón del artículo 1490 CC. Si Pedro nos hubiera consultado al comprar, habríamos revisado el contrato y las cargas del vehículo. Si nos consulta al fallar, actuamos con urgencia: presentamos la acción redhibitoria (devolución del coche) o la acción quanti minoris (rebaja del precio) antes de que el plazo expire. Es una carrera contra el reloj legal, pero que un abogado puede ganar.
El abogado es su póliza de tranquilidad.
El abogado no solo está en los momentos que surgen las disputas. También hacemos de prevención en el momento de revisar su contrato, como puede ser un hipotecario donde se pone en juego el futuro económico de la familia, o en contratos simples de compraventa con consumidores para conocer nuestros derechos. Siempre que tengas dudas legales acerca de un tema, pregunta a un abogado, porque no solo solucionamos problemas, sino que ayudamos a que no surjan. Esto evitará pleitos, dinero, y tiempo que puedes invertir en tu interés.